Las causas de la hepatomegalia incluyen trastornos gastrointestinales como la colangitis esclerosante, que es una condición en la cual los conductos biliares se dañan debido a la hinchazón; enfermedad de almacenamiento de glucógeno, un trastorno que se ejecuta en la sangre; hemocromatosis, una condición en la cual el exceso de hierro se acumula en órganos del cuerpo como el hígado; y la esteatosis, que es la acumulación de exceso de grasa en el hígado, señala Healthgrades. La enfermedad autoinmune y la amiloidosis son algunas de las afecciones no gastrointestinales que pueden causar hepatomegalia.
La hepatomegalia, también conocida como hígado agrandado, es una condición en la cual el hígado se agranda más allá de su tamaño normal, según Healthgrades. Los síntomas que pueden aparecer junto con la hepatomegalia incluyen pérdida de cabello en el cuerpo, ictericia, picazón en la piel, temperatura corporal elevada y orina descolorida. Los pacientes con un hígado agrandado también pueden experimentar síntomas potencialmente mortales, como cambios en el estado mental, abdomen distendido, dolor abdominal, vómitos en la sangre y fatiga severa.
Debido a que algunos de estos síntomas pueden significar afecciones médicas graves, como cáncer de hígado, metástasis hepáticas, síndrome de Reye y lesión hepática, es recomendable visitar a un médico inmediatamente cuando aparecen los síntomas. El tratamiento oportuno ayuda a prevenir posibles complicaciones, como insuficiencia hepática, hipertensión portal, encefalopatía hepática y diseminación del cáncer.
Algunas de las cosas que pueden ayudar a prevenir la hepatomegalia incluyen comer una dieta saludable con muchas frutas y verduras, regular el consumo de alcohol y evitar la exposición a sustancias químicas, afirma la Clínica Mayo. Otras medidas preventivas incluyen mantener el peso corporal en un nivel saludable y evitar fumar.