Todas las medusas son invertebrados, lo que significa que carecen de columna vertebral. El resto de su anatomía es bastante simple, incluido un sistema nervioso primitivo que es capaz de detectar calor, luz, alimentos y vibraciones. Dado que las medusas carecen de ojos y oídos, estos nervios son su principal método de navegación en el océano.
Aunque las medusas vienen en muchos colores, su piel siempre es translúcida y sus órganos internos, que están suspendidos en una sustancia similar a la gelatina, pueden verse a través de la capa exterior de la epidermis. La boca de la medusa se encuentra en la parte inferior de su cuerpo, rodeada por varios tentáculos que lo ayudan a atrapar y guiar la comida.