Los conejos albinos son típicamente de color blanco brillante y tienen ojos rojos. Aparte de esas diferencias, son idénticos a cualquier otro conejo.
Ser propietario de un conejo albino es casi lo mismo que tener un conejo ordinario. Necesita la misma comida y cuidado general, pero se debe tener cuidado al dar al conejo fuera del tiempo. Debido a la falta de pigmento en sus ojos y piel, el conejo debe tener un lugar para escapar del sol. La falta de protección puede provocar una quemadura solar, y la luz brillante puede dañar sus ojos.