La principal contribución de Francesco Redi a la biología fue demostrar que los gusanos no brotaron espontáneamente de la carne podrida, sino que se depositaron allí en los huevos de las moscas. Fue uno de los primeros pioneros en el estudio de la parasitología, observando que muchos tipos de parásitos se desarrollaron a partir de huevos y no se generaron espontáneamente.
La generación espontánea, una teoría según la cual los gusanos, pulgas, gusanos y otros organismos vivos se desarrollaron a partir de materia orgánica inorgánica o muerta, fue el punto de vista predominante de los científicos durante aproximadamente 2,000 años, desde que Aristóteles propuso por primera vez una descripción del fenómeno. >
En 1668, Francesco Redi realizó el primer experimento para desafiar esta teoría. Colocó varios tipos de carne en seis frascos. Cubrió tres frascos con gasa, y dejó los otros tres abiertos. Aparecieron gusanos en la carne abierta, pero solo en la gasa que cubría los otros frascos. Luego, usó tres frascos, tapando uno, cubriendo uno con una gasa y dejando el otro abierto. Aparecieron gusanos en la carne en el frasco abierto y en la gasa, pero no en el frasco cerrado. En el siglo XIX, Louis Pasteur amplió los experimentos de Redi para refutar la generación espontánea de manera concluyente.
Redi también estudió los parásitos con gran detalle, escribiendo descripciones y creando ilustraciones en libros y tratados. Sus observaciones respaldaron su convicción de que los parásitos pusieron huevos a partir de los cuales se desarrollaron las crías y no crecieron espontáneamente.