A partir de 2015, la vida útil promedio de una persona con síndrome de Prader-Willi es de 30 años, pero algunas personas con esta afección viven más de 60 años, señala la revista The New York Times Magazine. Las complicaciones causan la mayoría de las muertes entre las personas con síndrome de Prader-Willi.
Un error en los genes en el cromosoma 15 conduce al síndrome de Prader-Willi, lo que resulta en hambre incontrolable, subdesarrollo sexual, retraso en el crecimiento y complicaciones del comportamiento, señala la Clínica Mayo. Debido a un hipotálamo disfuncional, las personas con síndrome de Prader-Willi no sienten una sensación de saciedad o estar llenos; y, este apetito incontrolable conduce a comer en exceso, obesidad y complicaciones relacionadas con la obesidad, que incluyen diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, apnea del sueño y enfermedad hepática. Comer en exceso provoca distensión abdominal, asfixia y, rara vez, un estómago roto. El subdesarrollo de los órganos sexuales conduce a la esterilidad y la osteoporosis. Aunque no existe una cura, los métodos de tratamiento comunes incluyen el reemplazo de la hormona del crecimiento, el tratamiento de la hormona sexual, el control de la dieta y el cuidado de la salud mental.