La teoría de la tectónica de placas establece que la superficie de la Tierra, el manto superior y la corteza, estuvieron formadas por enormes placas de roca que se rompieron en pedazos más pequeños hace aproximadamente 300 millones de años. Las placas forman una superficie de roca más fluida en el manto. Con el tiempo, las placas se mueven y se transforman en límites naturales de la tierra. Esto explica los fenómenos naturales de la tierra, como los terremotos y los tsunamis.
En 1912, el meteorólogo Alfred Wegener propuso la primera teoría de la tectónica de placas: todos los continentes, alguna vez, se conectaron y formaron un único supercontinente llamado Pangea. Esto explica por qué las costas de los continentes parecen encajar como piezas de un rompecabezas.
Durante cientos de millones de años, las placas se han movido y cambiado de posición. A veces se mueven juntos, a veces se separan y se separan y otras veces se mueven uno junto al otro. Cuando las placas se mueven una sobre la otra, a veces se tocan y hacen que una placa se levante mientras la otra se desliza hacia abajo. Ese movimiento hacia arriba y hacia abajo causa un terremoto, lo que resulta en una falla de tierra o grieta. Si el movimiento ocurre en una gran masa de agua, puede crear olas gigantes de agua llamadas tsunamis. Las placas principales se conocen como América del Norte, América del Sur, Eurasia, África, Indo-australiano, Pacífico y Antártida.