Las fuerzas intermoleculares son responsables de las propiedades físicas de una sustancia, como su punto de fusión o de ebullición, viscosidad, solubilidad, tensión superficial y evaporación. Los tipos de fuerzas intermoleculares son iónicas, enlaces de hidrógeno, dipolo y fuerzas dipolo inducidas. Excepto la fuerza iónica, todas las demás fuerzas intermoleculares se producen entre moléculas neutras, que tienen una ligera polaridad.
Las fuerzas iónicas ocurren entre dos iones. Los iones pueden haberse formado a partir de átomos neutros o moléculas. Por ejemplo, un átomo de sodio neutro puede perder un electrón a un átomo de cloro neutro para formar cloruro de sodio, que tiene un ion de sodio y cloro.
Algunos enlaces covalentes están formados por una distribución desigual de electrones. Una molécula termina con una carga negativa parcial y la otra con una carga positiva parcial, lo que hace que la molécula sea polar. Las moléculas aún se consideran neutrales ya que no se intercambiaron electrones en el proceso de formación del enlace. Se dice que estas moléculas son moléculas polares o dipolos, y la fuerza entre ellas se llama fuerza dipolo.
Las moléculas no polares pueden distorsionar ligeramente la nube de electrones para convertirse en dipolos temporales. Se mantienen unidos por una fuerza débil llamada fuerza dipolo inducida. La fuerza de la fuerza depende del tamaño de la molécula y la facilidad con que la nube de electrones se puede mover o distorsionar.
Los enlaces de hidrógeno son un tipo especial de fuerza dipolo que involucra el enlace de hidrógeno a un elemento electronegativo como el oxígeno o el nitrógeno.