Las células de la mejilla, también llamadas células epiteliales, son responsables de mantener la humedad en la cavidad oral, lo que a su vez ayuda a la digestión, suaviza los alimentos para el consumo y facilita la deglución. La muicina, que es la parte principal de la mucosa. Las células de las mejillas se dividen cada 24 horas y se eliminan rápidamente del cuerpo.
Estas células se pueden encontrar en múltiples lugares alrededor del cuerpo fuera de la mejilla, incluidas varias cavidades y superficies estructurales. Las células de las mejillas se consideran células epiteliales escamosas, que se parecen a placas delgadas y planas que se ajustan muy juntas. Estas células encajan tan estrechamente que prácticamente no hay espacio entre ellas y casi tampoco hay espacio intercelular. Esto crea una superficie lisa y plana que tiene baja capacidad de fricción. Esta falta de fricción permite que los fluidos se muevan fácilmente a través de la superficie de la capa de células.
Dado que las células de la mejilla son tan fáciles de acceder, a menudo se usan para muestras de ADN y pruebas de paternidad. Cada célula en el cuerpo humano contiene el ADN específico para esa persona, por lo que cuando surgen preguntas de identificación o paternidad, éstas se obtienen fácilmente de un niño o cuerpo con solo un hisopo de la mejilla. Esto significa que no es necesario extraer sangre ni causar dolor para obtener el tejido.