La Tierra se considera un sistema cerrado porque, aunque el calor ingresa, su masa permanece esencialmente constante. La materia de la Tierra permanece en la Tierra y en su atmósfera porque la gravedad le impide migrar al espacio. También se considera que la Tierra es más una aproximación de un sistema cerrado porque parte de la materia entra desde el espacio.
Hay tres tipos de sistemas en termodinámica. El primer tipo es un sistema abierto, como el sistema circulatorio humano, en el que se intercambia calor y materia con el área circundante.
Otro tipo es un sistema aislado en el que no hay intercambio de calor o materia con el entorno. Un sistema aislado no es posible en la naturaleza porque siempre hay un intercambio de energía entre un sistema y su entorno. La Tierra se encuentra entre el tercer tipo, un sistema cerrado en el que la radiación solar ingresa a la atmósfera de la Tierra y al planeta mismo, pero la materia no abandona la Tierra.
También se considera que la Tierra es más una aproximación de un sistema cerrado porque la materia en forma de meteoros ocasionalmente entra en la atmósfera y golpea la superficie del planeta. Los científicos creen que el núcleo de hierro de la Tierra resultó de un ataque masivo de asteroides hace unos cuatro mil millones de años. Este golpe rompió parte de la masa de la Tierra, causando que la luna se forme.