Según los CDC, la mayoría de las personas con gripe se recuperan en unos pocos días a menos de dos semanas. La mayoría de los adultos sanos pueden infectar a otras personas desde un día antes de que aparezcan los síntomas y hasta una semana después de enfermarse.
Según los CDC, los niños son capaces de propagar el virus por más de una semana después de enfermarse. Los síntomas del virus de la gripe comienzan a aparecer entre uno y cuatro días después de ingresar al cuerpo. Las personas con gripe pueden contagiarse a otros hasta 6 pies de distancia. Las personas mayores de 65 años, aquellas con enfermedades crónicas, mujeres embarazadas y niños pequeños se consideran grupos de alto riesgo para desarrollar complicaciones graves relacionadas con la gripe.