Los cazadores recolectores eran personas que vivían recolectando o matando animales salvajes y recolectando frutas o bayas para alimentarse, mientras que las sociedades agrícolas eran aquellas que dependían de las prácticas agrícolas para sobrevivir. Antes de que se introdujera la agricultura, todos los seres humanos eran cazadores recolectores.
Una de las principales diferencias entre cazadores recolectores y sociedades agrícolas es que las primeras eran de naturaleza nómada. Se mudaban de un lugar a otro para obtener sus comidas. Las sociedades agrícolas tenían que permanecer en una región mientras esperaban que sus cultivos maduraran antes de cosechar.
Los recolectores de cazadores no tenían una residencia permanente ni una estructura de vivienda y vivirían en cuevas o se esconderían bajo la espesura del bosque. Las sociedades agrícolas tenían que construir albergues de larga duración, por lo que invirtieron en la construcción de chozas y pueblos protegidos.
Los recolectores de cazadores vivían en grupos pequeños y realmente no tenían una estructura de liderazgo definida. Sin embargo, las sociedades agrícolas tenían una estructura de liderazgo que les permitía planificar y desarrollar estrategias para proteger sus cultivos y pueblos.
Los cazadores recolectores se enfrentaban constantemente al peligro ya que no tenían refugio, dejándolos expuestos a los elementos, animales salvajes o enemigos de comunidades rivales. Las sociedades agrícolas desarrollaron mejores defensas contra las duras condiciones climáticas y los enemigos.