Martin Luther King pronunció su discurso "Tengo un sueño" el 28 de agosto de 1963. El discurso se realizó como parte de la Marcha en Washington, un esfuerzo organizado por grupos de derechos civiles para promover Legislación destinada a acabar con la segregación racial.
Muchos historiadores consideran que el discurso "Tengo un sueño" es uno de los discursos más importantes de la historia de Estados Unidos. Algunos comentaristas lo han comparado con el discurso de Gettysburg del presidente Abraham Lincoln. El discurso del Rey pidió a Estados Unidos que pusiera fin a su maltrato a los ciudadanos de color y galvanizaron a más de 200,000 simpatizantes y espectadores reunidos cerca del Lincoln Memorial en Washington, DC