La polinización es el proceso mediante el cual los granos de polen se mueven de la antera al estigma en el estilo de una flor, mientras que la fertilización es la fusión de gametos masculinos y óvulos femeninos para formar una nueva semilla vegetal. La polinización precede a la fertilización y depende de medios tales como el viento, el agua y los insectos. La polinización tiene lugar externamente, mientras que la fertilización ocurre en el interior de la flor y no depende de vectores externos.
Si no está presente un agente adecuado de polinización para transportar el polen de una planta a otra, una planta puede polinizarse en un proceso llamado autopolinización. En este caso, los gametos masculinos se transfieren de la antera al estigma de la misma flor o al estigma de otra flor de la misma planta. Sin embargo, algunas plantas tienen mecanismos estratégicos para prevenir la autopolinización. El estilo comienza siendo más alto que la antera, lo que hace que la auto polinización sea físicamente imposible. Si no aparece ningún agente de polinización, la antera crece más que el estilo y la poliniza. Las semillas fertilizadas que surgen de la autopolinización no son tan buenas como las de la polinización cruzada. Por lo general son genéticamente idénticos a la planta madre. Si la planta madre tiene deformidades, también lo tienen las crías. La polinización cruzada sigue siendo una excelente forma de fertilizar semillas híbridas, a veces en condiciones de laboratorio controladas.