Según la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, la beneficencia se refiere a actuar por el bien de los demás. Por otra parte, la falta de violencia significa no hacer daño.
Los actos benéficos incluyen rescatar a una persona del peligro o ayudarla a mejorar su situación. Los ejemplos específicos de actos benéficos incluyen rescatar a una persona que se está ahogando, proporcionar vacunación a la población en general y aconsejar a un fumador que deje de fumar. Entre los ejemplos de no violencia se incluyen no darle a una persona un medicamento dañino y abstenerse de decirle cosas hirientes a otra persona.
La beneficencia y la falta de violencia son principios que se aplican a los médicos en su práctica clínica. El código de ética de los médicos incluye el principio de no causar daño primero, que se refiere a la no-maleficencia. Por lo tanto, los médicos no deben proporcionar tratamientos que se sabe que son perjudiciales para sus pacientes y no deben proporcionar tratamientos que se sabe que son ineficaces. Además, los médicos tienen el deber de ayudar a sus pacientes. Deben proporcionar un tratamiento eficaz, que es un acto benéfico, si un paciente lo requiere.
En la práctica médica, los tratamientos a menudo tienen beneficios y riesgos relacionados con efectos secundarios o complicaciones. Al sopesar los beneficios contra los riesgos, los médicos están equilibrando los principios de beneficencia y no maleficencia.