Buen aseo significa practicar buenas técnicas de higiene. Un buen aseo incluye ducharse y tener el cabello limpio y uñas limpias y recortadas. Un buen aseo también incluye tener dientes cepillados y ropa limpia.
Algunas personas a menudo evalúan a otros en función de sus hábitos de aseo. Los empleadores potenciales ven más favorablemente a las personas que están bien cuidadas porque la buena preparación sugiere que el entrevistado es meticuloso y organizado. Por otra parte, la mala preparación, a veces, se interpreta como un signo de pereza. Por lo tanto, es importante que los entrevistados asistan a entrevistas bien arregladas y con un atuendo adecuado para los negocios.
Los psicólogos también evalúan el aseo de un paciente. Por ejemplo, tener ropa descuidada y cabello es un signo de depresión, mientras que las cicatrices en la parte posterior de la mano sugieren trastornos de la alimentación como la bulimia. En general, estar bien preparado a menudo se interpreta como un marcador de confianza en sí mismo y autoestima.