El pronóstico para una persona con linfoma en estadio III depende de varios factores, entre ellos su edad y estado de desempeño, o hasta qué punto puede atender sus necesidades diarias, explica la American Cancer Society. El número de órganos afectados por el cáncer y el nivel de lactato deshidrogenasa, o LDH, en la sangre también son indicadores de pronóstico.
Los médicos basan el pronóstico de los pacientes con linfomas de rápido crecimiento en el Índice de pronóstico internacional revisado, un conjunto de criterios que ha demostrado ser útil para determinar si un paciente tiene un riesgo alto o bajo de morir a causa de su enfermedad, explica el estadounidense. Sociedad del cáncer. El IPI establece que los indicadores de mal pronóstico incluyen: edad mayor de 60 años, enfermedad en estadio III o IV, cáncer que se ha diseminado a más de un órgano, un estado de bajo rendimiento y un LDH alto. Para cada uno de estos factores, el paciente recibe un punto. Luego se le asigna un grupo de riesgo según su puntaje total.
Según el estudio utilizado para desarrollar el IPI, el 95 por ciento de los pacientes que obtuvieron un puntaje de 0 en el índice vivían al menos cuatro años, en comparación con el 55 por ciento de los que obtuvieron un puntaje de 3 o más, informa la Sociedad Americana del Cáncer. Dado que una persona con enfermedad en estadio III tiene una puntuación de al menos 1, su pronóstico se ubica entre esas cifras, dependiendo de su puntuación total.
Los médicos también han desarrollado un índice para pacientes con linfomas foliculares, que tienden a crecer lentamente, explica la American Cancer Society. Incluye varios criterios adicionales, incluidos los niveles de hemoglobina en la sangre y el número de ganglios linfáticos, versus órganos involucrados. En este grupo, el 91 por ciento de los pacientes con una puntuación de 0 a 1 sobrevivió cinco años o más, en comparación con el 51 por ciento de los que obtuvieron una puntuación de 3 o más.