El proceso de recuperación después de la eliminación de las uñas de los pies implica el uso de un vendaje o una curita durante aproximadamente dos semanas y mantener el pie afectado lo más elevado posible, señala FootVitals. Después de 24 horas, el paciente puede retirarse El vendaje y empapar el dedo del pie en agua tibia y sal de Epsom. Se debe aplicar una pomada antibacteriana y una curita en el dedo del pie después de empaparlo. Los pacientes pueden experimentar un dolor punzante la primera noche, pero la ibuprofina o el paracetamol deben mantener el dolor a raya.
Es común experimentar algo de drenaje y sensibilidad durante hasta dos semanas. El médico puede prescribir otros medicamentos para que los tome el paciente, incluidos antibióticos para combatir una infección bacteriana, o medicamentos antimicóticos para combatir o prevenir una infección por hongos, señala Drugs.com.
El paciente debe continuar empapando el pie en agua tibia y sales de Epsom una o dos veces al día durante aproximadamente 20 minutos, explica FootVitals. Se debe programar una cita con el médico una o dos semanas después del procedimiento para asegurarse de que no haya una infección y limpiar el lugar del procedimiento.
Algunos de los riesgos relacionados con la extracción de uñas de los pies incluyen más sangrado del esperado, hinchazón, enrojecimiento y dolor en el dedo del pie, y líquido o pus que drena desde el sitio de la incisión, señala Drugs.com. La uña puede estar desfigurada cuando vuelve a crecer, y los síntomas del paciente pueden regresar.