El principio de la electroforesis establece que en presencia de un campo eléctrico, una partícula cargada se mueve hacia la región de una carga opuesta. Cuando la partícula tiene una distribución de carga desigual en sus enlaces químicos, se alinea sobre el potencial eléctrico.
Un electrodo es cualquier material conductor que crea un campo eléctrico para permitir el paso de la corriente. El extremo positivo de un electrodo se llama ánodo, mientras que el extremo negativo se llama cátodo. Cuando una partícula cargada negativamente viaja a lo largo de un campo eléctrico, tiende a migrar hacia el ánodo y se mueve contra la fuerza de fricción. Cuanto más grande es la partícula, más lenta se mueve.
En los campos de la biología molecular y la bioquímica, la electroforesis es una técnica analítica útil donde se separan macromoléculas de diferentes tamaños y densidades. Las proteínas complejas y los ácidos nucleicos que se someten a electroforesis se mueven a través de una matriz de gel que se compone principalmente de agarosa polimerizada o poliacrilamida. La agarosa es un polisacárido que forma una sustancia similar a la gelatina cuando se disuelve en agua hirviendo. La poliacrilamida es un tipo de gel sólido creado por la polimerización de soluciones de acrilamida mediante la adición de persulfato de amonio junto con tetrametilendiamina.
El gel de agarosa se usa principalmente para separar moléculas de proteínas complejas y fragmentos de ADN o ARN. Las moléculas más grandes quedan atrapadas contra el material poroso, mientras que las partículas más pequeñas pasan fácilmente. Los investigadores modernos prefieren el uso de gel de poliacrilamida. Otras formas de electroforesis en gel incluyen enfoque isoeléctrico, electroforesis 2D, electroforesis capilar y transferencia Western.