El rol de un padre en el desarrollo infantil temprano incluye brindar seguridad emocional al niño para que pueda convertirse en una persona socialmente adepta, dice Psychology Today. También ayuda a un niño a darse cuenta de sí mismo, así como a hacerse cargo de sus sentimientos y comportamiento a través de las interacciones que ocurren durante el juego.
La participación de un padre en los años de formación de un niño fomenta la seguridad emocional en el niño, afirma Psychology Today. Es probable que un niño así tenga más confianza al explorar su entorno, y más adelante en su vida, sus conexiones sociales tienden a ser más seguras y mejores. Un padre tiene una influencia positiva en la salud de un niño, y los expertos afirman que las tasas de mortalidad infantil son hasta 1,8 veces más altas para los bebés de madres solteras, según Auburn Citizen. Una madre soltera tiene una alta probabilidad de tener un bebé con bajo peso al nacer en comparación con una madre casada cuyo esposo está involucrado en el cuidado prenatal.
El padre facilita el desarrollo físico y social del niño jugando con el niño. Psychology Today informa que la interacción de un padre con un bebé estimula la actividad lúdica en mayor grado que la madre. Estas interacciones ayudan a un niño a aprender a regular sus sentimientos y comportamiento.
Un niño con un padre preocupado e involucrado tiende a tener mejores resultados educativos. Tal participación extiende su influencia en su adolescencia, con numerosos estudios que indican que la crianza de un padre tiene una asociación cercana con el funcionamiento intelectual del niño, el desarrollo de habilidades verbales y el rendimiento académico, señala Psychology Today.