Según Muscle Physiology de la Universidad de California en San Diego, la ATP suministra la energía que necesitan los músculos para contraerse. Irónicamente, la ATP también es necesaria para la relajación muscular. El químico estimula la relajación muscular al desconectar la miosina y la actina.
El ATP, también conocido como trifosfato de adenosina, es la principal fuente de energía para muchas funciones corporales, incluida la contracción muscular, señala Wikipedia. De acuerdo con la fisiología muscular, la contracción muscular y la relajación se logran a través del mecanismo de hidrólisis ATPasa de la actomiosina Lymn-Taylor. Los científicos aún tienen que descubrir completamente el vínculo entre el mecanismo de hidrólisis ATPasa de la actomiosina Lymn-Taylor y la función de puente cruzado mecánico que también desempeña un papel fundamental en la contracción muscular. Sin embargo, Lymn y Taylor, los científicos detrás del descubrimiento del mecanismo de hidrólisis ATPasa de la actomiosina Lymn-Taylor, teorizan que la ATP desempeña su papel a través de un proceso que se divide en cuatro partes.
Primero, el ATP se une a la miosina, rompiendo un puente de actina-miosina y causando que las contracciones musculares se detengan. La miosina libre y su puente luego se mueven a un punto donde pueden unirse a la actina. En este punto, el ATP se descompone en difosfato de adenosina y Pi, generando energía, explica Muscle Physiology. ADP, Pi y el puente de miosina luego se adhieren a la actina, causando la contracción muscular. Durante la fase de relajación muscular, la actina desplaza a ADP y Pi en el puente cruzado de miosina. ADP y Pi luego son reconstituidos en ATP por el cuerpo, y el proceso comienza de nuevo. La contracción muscular también requiere que el cerebro, el sistema nervioso y otros sistemas del cuerpo funcionen correctamente.