La mayoría de los ganglios linfáticos están ubicados en la cabeza, el cuello, las axilas y el área de la ingle, explica la Clínica Mayo. Hay cientos de estos ganglios en el cuerpo ubicados en otras regiones, como las articulaciones, los codos y rodillas y alrededor de los pulmones y las entrañas, afirma la Sociedad Americana del Cáncer.
Los ganglios linfáticos están ubicados en todo el cuerpo y conectados por los vasos para formar el sistema linfático, un aspecto importante del sistema inmunológico, dice la Sociedad Americana del Cáncer. La linfa fluye a través del sistema linfático y es un líquido rico en oxígeno y nutrientes. También es la red a través de la cual se eliminan los desechos del cuerpo. Parte del líquido linfático son los glóbulos blancos que combaten las infecciones. Los nodos actúan como filtros que eliminan los desechos, como las células infecciosas que se transportan en el líquido.
En ocasiones, estos nodos se hinchan y se vuelven sensibles y dolorosos, según la Clínica Mayo. Por lo general, esto es un signo de algún tipo de infección. A menudo, los ganglios inflamados se resuelven por sí solos y vuelven a su tamaño normal una vez que los glóbulos blancos combaten la infección con éxito. Sin embargo, en algunos casos, los ganglios linfáticos permanecen inflamados durante varias semanas, adquieren una textura dura o gomosa y están acompañados de enfermedades. Estos son los posibles signos de un problema más grave, como el linfoma o la leucemia, el lupus, la tuberculosis o el virus del VIH.