La luna es el objeto más brillante y más fácilmente visible en el cielo nocturno. A diferencia de las estrellas, la luna no produce ninguna luz, sino que refleja la luz del sol. El brillo de la luna cambia periódicamente, dependiendo de sus fases.
Solo la mitad de la luna que mira al sol recibe luz solar, pero este lado iluminado de la luna no siempre es visible desde la Tierra. Este proceso permite a las personas observar las fases de la luna. La luna llena es la fase más brillante, mientras que la luna nueva es la fase en la que se ve poca o ninguna parte brillante de la luna. Otros objetos brillantes que son fácilmente visibles en el cielo nocturno incluyen Venus, Júpiter, Marte y Saturno.