El matemático griego Pitágoras fue el primero en proponer la idea de una Tierra redonda, basada principalmente en el comportamiento de la sombra de la Tierra en la Luna. Aristóteles hizo varios argumentos para una Tierra esférica basada en evidencia física, y Eratóstenes utilizó las matemáticas para demostrarlo y medir la circunferencia de la Tierra.
Mientras Pitágoras teoriza sobre una Tierra esférica, el mérito por descubrir realmente la forma de la Tierra suele ir a Aristóteles. Aristóteles hizo varios argumentos para respaldar su punto de vista, como por ejemplo, cómo las naves parecen hundirse bajo el horizonte y cómo las constelaciones se mueven de manera diferente cuando se observan desde diferentes tierras. Además, los filósofos griegos eran conocidos por asignar los descubrimientos a sus primeros pensadores, por lo que no está claro si Pitágoras realmente hizo el descubrimiento que se le atribuye. En cualquier caso, en 250 a. C., los griegos conocían la forma de la Tierra y su tamaño aproximado.