¿Cómo vivió un faraón?

La vida de un faraón era tanto de lujo como de inmensa responsabilidad. Después de todo, no solo eran los líderes políticos de su país, sino también los líderes religiosos.

Los faraones vivían en grandes palacios lujosos. Fueron atendidos por sus sirvientes desde el momento en que se despertaron hasta que se fueron a dormir. Estos sirvientes bañaron al Faraón, lo vistieron, lo alimentaron y hasta lo llevaron a donde tenía que ir.

Un día normal para un faraón podría consistir en reuniones con diplomáticos y comerciantes, o el Faraón podría tener que dirigir ritos religiosos. Tomó las grandes decisiones sobre acuerdos comerciales y proyectos de obras públicas. Se referiría a sus asesores, que podrían consistir en sacerdotes y funcionarios reales.

Los faraones también eran responsables de asuntos militares. Escucharon a sus asesores militares y tomaron decisiones sobre campañas militares y fortalezas que deberían crearse para proteger su reino. En tiempos de guerra, él llevaría a su pueblo contra sus enemigos, que fueron hechos esclavos cuando fueron derrotados.

En su tiempo libre, un faraón pasaría tiempo con sus muchas esposas e hijos. Un faraón típicamente tendría varias esposas en su harén real, una de las cuales fue su esposa principal y supervisó el manejo de los asuntos de su hogar. El faraón tenía hijos que podían sumar en decenas. Las actividades de ocio comunes que disfrutaban los faraones eran los juegos de mesa, la caza y el deporte.