Los suricatas viven en familias numerosas y dependen del trabajo en equipo y de sus hogares subterráneos para sobrevivir en su hábitat. Los suricatas son pequeños animales que serían una presa para muchos depredadores, pero con la cooperación de la familia, son capaces de Para sobrevivir en el desierto de Kalahari.
El trabajo más importante de los suricatas es el de la guardia de guardia o centinela. Mientras otros miembros de la familia suricata buscan comida o juegan, un suricato actúa como el centinela. Apoyado en sus patas traseras, apoyado en su cola, el centinela explora el área circundante en busca de predadores como halcones, águilas, serpientes y chacales. Si se detecta una amenaza, el centinela deja escapar un ladrido distinto que advierte a los otros miembros de la familia y los envía corriendo hacia el túnel más cercano. Los suricatas permanecen en los túneles hasta que desaparece la amenaza. El centinela es el primero en salir de los túneles para asegurarse de que la costa esté despejada.
Los suricatas viven en estos grandes túneles subterráneos elaborados y están altamente adaptados para la vida en la oscuridad. Estos túneles les proporcionan refugio y una ruta de escape de los depredadores. Las familias de suricatas se llaman pandillas o pandillas y consisten de 20 a 50 miembros de la familia extendida.