Evite ejercer presión sobre la herida y visite un centro local de atención de heridas dentro de los siete días. Incluso pequeñas heridas que parecen intrascendentes, pueden ulcerarse y, si no se tratan adecuadamente, pueden provocar amputaciones, afirma WebMD.
La presencia de callos en pacientes diabéticos también debe tratarse tan seriamente como las heridas. Pueden ser un precursor para el desarrollo de úlceras en los pies. La diabetes puede causar la aparición rápida de complicaciones en las heridas del pie que parecen ser menores. Un médico puede evaluar la circulación sanguínea y recomendar un cirujano vascular si es necesario. La herida se limpia y se evalúa para determinar si hay bacterias o signos de infección, señala WebMD.