"Necesidades especiales" es un término amplio que se usa para describir a los niños que requieren asistencia en entornos educativos debido a discapacidades o retrasos físicos, mentales, de comportamiento o médicos, según ParentLink. La Fundación Educativa de la USAA declara las necesidades especiales se pueden clasificar en cuatro tipos distintos: deterioro físico, del desarrollo, del comportamiento /emocional y sensorial.
Las necesidades físicas especiales incluyen trastornos médicos como el cáncer; condiciones médicas crónicas, incluyendo asma; y las condiciones congénitas, como la parálisis cerebral, explica la USAAEF. Las necesidades especiales de desarrollo son condiciones que incluyen autismo, síndrome de Down y dislexia. Estas condiciones afectan la comunicación, el aprendizaje y la autodirección. Las condiciones conductuales y emocionales, como el trastorno bipolar y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH, afectan el rendimiento educativo y las relaciones interpersonales. El deterioro sensorial incluye ceguera, sordera y trastornos del habla.
Las diferentes necesidades especiales se evalúan y diagnostican de diferentes maneras. Un médico comienza el proceso y hace referencias a otros recursos. Cada estado tiene un Programa de Intervención Temprana para bebés y niños pequeños antes de que comiencen la escuela, que puede identificar a los niños con necesidades especiales, así como brindar servicios, a menudo sin cargo. Las escuelas públicas también brindan recursos para niños de 3 años o más, dice USAAEF. Los niños con necesidades especiales tienen derecho a una educación que tenga en cuenta sus estilos de aprendizaje específicos y sus diferencias.