La principal forma en que los osos negros se defienden es evitando el peligro. Cuando no pueden evitar el peligro, su primera respuesta es trepar a un árbol. Los osos negros son escaladores notables y las únicas especies de osos en América del Norte que lo hacen como adultos, aunque su capacidad para escalar disminuye con la edad.
Los abrigos de osos negros, que no siempre son negros, también ayudan a proteger a los osos de los depredadores, ya que los colores crípticos se mezclan con el hábitat. Si un oso no tiene una opción de escape viable y debe enfrentarse a un depredador, a menudo se involucra en cargos simulados. Durante tales encuentros, los osos negros pueden golpear el suelo, emitir vocalizaciones o masticar sus dientes en un intento de ahuyentar la amenaza percibida.
Los osos negros adultos tienen una tasa de mortalidad excepcionalmente baja porque tienen pocos depredadores naturales. Sin embargo, los humanos, los osos pardos y otros miembros de su propia especie son todos depredadores documentados de osos negros adultos. Los seres humanos son las causas más importantes de la mortalidad del oso negro adulto, que se produce en forma de caza y colisiones de vehículos. Los osos jóvenes tienen incluso más depredadores debido a su pequeño tamaño. Aproximadamente uno de cada cinco cachorros muere en su primer año, generalmente como resultado de la depredación de halcones, zorros, gatos monteses o coyotes.