Los camellos se protegen de los depredadores regurgitando el contenido de su estómago mezclado con saliva en forma de proyectil. Esta práctica se conoce comúnmente como escupir. Según el zoológico de San Diego, cuando los camellos escupen, está destinado a asustar y distraer a los posibles depredadores.
Cuando un camello está a punto de regurgitar, sus mejillas se llenan y se hinchan. Un camello puede escupir hasta 37 metros. El contenido del estómago también contiene varios gases, que crean un olor extremadamente desagradable. Cuando los camellos se sobresaltan o se ponen en alerta, sus orejas empujan hacia adelante. El depredador más común del camello es el lobo. Se sabe que los lobos atacan a los camellos en los pozos de agua. Se sabe que los camellos salvajes son animales suaves que solo reaccionan cuando son provocados.
Los camellos son animales sociales que tienden a vivir en manadas con un macho dominante. Pasan la mayor parte del día comiendo y durmiendo toda la noche. Los camellos comen pasto corto, espinas, plantas saladas y pescado. Contrariamente a la creencia común, los camellos en realidad almacenan grasa en lugar de agua en sus jorobas y pueden pasar varios meses sin comer. Lo hacen, sin embargo consumen grandes cantidades de agua. Un camello puede consumir hasta 32 galones de agua en una sola sesión de bebida.
Los camellos bactrianos tienen dos jorobas, y los camellos árabes tienen una joroba. Los camellos bactrianos todavía habitan en los desiertos de Asia Central y Oriental, mientras que los camellos árabes están domesticados.