Las cebras se protegen principalmente con su gran velocidad, sus poderosas piernas y grandes grupos. Las cebras son animales muy rápidos que pueden correr hasta 35 millas por hora, y tienen una gran resistencia, lo que les permite Sobrepasan a los depredadores que no pueden superar fácilmente. Sus poderosas piernas producen patadas devastadoras, que pueden romper la mandíbula de un depredador.
Vivir en manadas grandes proporciona una gran protección para las cebras. Estos animales se benefician de los ojos, oídos y fosas nasales de otras cebras del grupo para alertarlos sobre la presencia de depredadores. A veces, las cebras incluso se juntan con otras especies, como los babuinos, para aumentar sus posibilidades de detectar depredadores por adelantado. Además, las franjas blancas y negras de la cebra hacen que sea difícil para los depredadores distinguir a cualquier animal individual.
No todas las especies de cebra forman manadas grandes. Algunos solo se asocian con otras cebras durante la época de reproducción. Los machos de algunas especies forman pequeños harenes que protegen de los depredadores y los machos que ingresan ilegalmente. Los machos lucharán entre sí para adquirir hembras reproductivamente activas, y esas batallas pueden involucrar patadas y mordidas.
Los leones, hienas, leopardos y perros de caza africanos son los principales depredadores de las cebras, pero los cocodrilos también se los comen cuando entran en lagos o ríos.