Un león se protege con sus dientes afilados y sus garras retráctiles. Los leones machos tienen melenas gruesas que sirven para intimidar a los enemigos, así como para proteger el cuello vulnerable de ataques o durante las peleas con otros leones. < /p>
Un león usa sus garras retráctiles no solo como defensa, sino también para cazar. Estas garras, formadas por capas de queratina que son similares a las uñas humanas, pero mucho más gruesas y fuertes, pueden crecer hasta 1 1/2 pulgadas de largo. Las patas delanteras tienen cinco en lugar de cuatro garras, la quinta de las cuales actúa como un pulgar para ayudar en la caza.
Los leones tienen caninos afilados, los cuatro dientes largos a cada lado de la boca que usa para desgarrar la piel. Estas armas mortales crecen hasta casi 3 pulgadas de largo. Los incisivos, o dientes frontales, colocados entre los caninos se utilizan para agarrar presas, mientras que los dientes pequeños y afilados en la parte posterior de la boca se utilizan para cortar la carne como un cuchillo serrado.
Un león usa sus agudos sentidos para alertarlo del peligro. Por ejemplo, un león tiene tubos a los lados de su tabique nasal que mejora su sentido del olfato, permitiéndole probar el aire en busca de peligro o posible alimento.