Los saltamontes se unen en la reproducción sexual. Durante este proceso reproductivo, el saltamontes macho inserta un espermatóforo, o un paquete de esperma, en la vagina del saltamontes hembra.
Para alcanzar los óvulos de la hembra, el esperma debe viajar a través de pequeños canales llamados micropilas. Cuando el esperma llega a su destino, los óvulos se fertilizan. Después de la fertilización, la hembra deposita sus huevos en el suelo. Ella completa esta acción utilizando un conjunto de dientes en su acto de ovipositor, que se encuentran en la parte posterior del cuerpo. Esta herramienta anatómica excava unos centímetros debajo de la superficie de la tierra y deposita los huevos. Los huevos luego permanecen bajo tierra durante al menos diez meses. Durante este período, los huevos permanecen inactivos, o en una fase de sueño, hasta que estén listos para incubar en el horario de verano.
Antes de la reproducción, los saltamontes usan el canto y las feromonas para atraer parejas. Cada saltamontes tiene una canción única que se crea a través de una acción llamada estridulación. La estridulación ocurre cuando un saltamontes frota sus patas traseras más bajas en sus alas anteriores para crear un chasquido o un chirrido. Las hembras cantan mucho más suaves que los machos. Algunas especies de saltamontes realizan rutinas elaboradas de cortejo con sus coloridas alas para atraer la atención del sexo opuesto.