Un aerogenerador aprovecha la energía eólica al convertir la energía cinética obtenida a través de la rotación de las palas en energía mecánica. Esto se logra mediante el uso de un sistema compuesto por un generador, engranajes y ejes. Por medio de una red de líneas de transmisión, la turbina envía electricidad a los hogares de los consumidores.
Una turbina eólica funciona de manera opuesta a la de un ventilador. Mientras que un ventilador de techo usa electricidad para girar y hacer viento, una turbina eólica toma la energía cinética del viento y la convierte en electricidad. Una turbina eólica tiene un equipo de evaluación que coloca las palas en el ángulo óptimo para la captura del viento. Cuando sopla el viento, la rotación de la cuchilla activa un eje interno conectado a una caja de cambios que, a su vez, aumenta la velocidad de rotación y alimenta a un generador que produce electricidad.
A medida que la turbina eólica produce energía, envía la electricidad a una red eléctrica principal, desde la cual las líneas de distribución más pequeñas suministran energía a las ciudades y hogares.
Hay tamaños de aerogeneradores adaptados para uso doméstico y comunitario. Las turbinas de menos de 100 kilovatios alimentan las casas, los sistemas de bombeo de agua y de telecomunicaciones, y con frecuencia forman parte de un sistema híbrido combinado con generadores diesel y baterías. Las turbinas para propósitos más amplios pueden variar desde 100 kilovatios hasta varios megavatios.