Una comunidad de organismos y su entorno no vivo se denomina ecosistema. Además de los organismos vivos, los componentes principales de un ecosistema son el suelo, la atmósfera, el calor y la luz del sol y el agua.
Los ecosistemas no están definidos por tamaño. Un lago o bosque tiene las características de un ecosistema, pero también lo tiene un charco o un árbol. Los ecosistemas son más exitosos cuando contienen muchas especies diversas. Para que un ecosistema prospere, todos sus componentes deben estar en el equilibrio adecuado. Por ejemplo, si un ecosistema no tiene suficiente agua, algunas plantas mueren y luego los organismos que usan estas plantas como fuentes de energía no sobreviven. En consecuencia, los animales que consumen esos herbívoros también mueren.