Un infarto cardíaco inferior se diagnostica mediante angiografía coronaria y tomografías computarizadas cardíacas, según el Canadian Journal of Cardiology La afección también se puede diagnosticar a través de un electrocardiograma y una ecocardiografía transesofágica.
La angiografía coronaria es una prueba de imágenes que utiliza colorante y rayos X para investigar las arterias coronarias del paciente, dice el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Debido a que el tinte resalta áreas en la arteria bloqueadas con placa, es una excelente herramienta para diagnosticar un infarto inferior. Durante el procedimiento, se inserta un catéter en uno de los vasos sanguíneos del paciente y se guía hacia las arterias coronarias. Luego, se agrega el tinte mientras se toman las radiografías.
La tomografía computarizada cardíaca se usa para encontrar depósitos de calcio en las arterias, que son signos de aterosclerosis, dice WebMD. También se puede utilizar junto con un angiograma coronario por TC, que es básicamente la misma tecnología que una angiografía.
Un electrocardiograma, o EKG, es una forma no invasiva de controlar el corazón, según la Clínica Mayo. Un médico lo utiliza para estudiar las señales eléctricas producidas por el corazón del paciente. De esta manera, puede diagnosticar ciertas condiciones.
Una ecocardiografía transesofágica utiliza ultrasonido para producir imágenes del corazón y sus arterias, según la American Heart Association.