Lo más importante que debes recordar al tratar con adultos malcriados es evitar las discusiones y defender tu posición. No dejes que sus quejidos influyan en tus elecciones u opiniones y deje en claro que no lo harás. tolerar ciertos comportamientos.
Los adultos mimados están acostumbrados a salirse con la suya. Si no lo hacen, dejarán saber a todos los que escuchen su opinión. Cualquier crítica negativa será vista como un ataque personal. El adulto mimado rara vez admitirá la culpa. Establezca límites y hágales saber los comportamientos que no tolerará. Por ejemplo, si el agresor tiende a gritar cuando se siente frustrado, aléjese y rehúse hablar con ellos hasta que puedan tener una conversación adulta. Sé firme pero no te metas en una discusión; Si lo haces, nada se logrará, será una conversación infructuosa. Perderás tiempo y no generarás más que frustración.
Cuando te niegas a habilitar su comportamiento, pueden actuar como víctimas. Haga hincapié en el hecho de que deben responsabilizarse de sus propios sentimientos, pero haga un esfuerzo para validar sus sentimientos. La validación les ayuda a sentirse como si hubieran sido escuchados. Aún así, mantén tu posición. Recuerde establecer límites saludables. A la larga, incluso podrían agradecerte por ayudarles a aprender algo.