Los monos tienen muchas adaptaciones que les permiten sobrevivir en entornos naturales. Su inteligencia es bien conocida, y esto les ayuda a adaptarse rápidamente a los cambios en su entorno; también tienen extremidades prensiles y pentadactílicas y colas prensiles. El buen color y la percepción de la profundidad les ayudan a moverse a través de los árboles con destreza.
Hay una gran variedad de monos en todo el mundo, y los científicos aún no los han descubierto. Dependiendo de la división taxonómica, el número de especies conocidas varía de 190 a 350. Debido a la variación dentro de esta especie, las adaptaciones también varían considerablemente. La delineación más fuerte se encuentra en la distinción entre los monos del Nuevo Mundo y del Viejo Mundo.
Los monos del Nuevo Mundo viven en las selvas tropicales de América Central y del Sur, mientras que los monos del Viejo Mundo viven en diversos hábitats en África y Asia; Por ello, se han adaptado a diferentes ambientes. Por ejemplo, los monos del Viejo Mundo carecen de una cola prensil. Incluso dentro de estos dos grupos, hay varias diferencias. Muchas personas creen que todos los monos tienen cinco dedos con pulgares opuestos. Sin embargo, los monos araña solo tienen cuatro dígitos y no tienen pulgar. Cada especie de mono tiene sus propios rasgos adaptados, ya sea un grupo grande, como con los monos ardilla; llamadas ruidosas, como con los monos aulladores; o gran tamaño corporal e inteligencia, como con los simios.