Un análisis de sangre es la única forma de medir con precisión los niveles de vitamina D, afirma Healthline. Aunque la deficiencia de vitamina D generalmente no causa síntomas notables, algunas personas experimentan dolor en los huesos, dolor o debilidad en los músculos y articulaciones, fatiga o cansancio y depresión. Los factores de riesgo para la deficiencia de vitamina D incluyen evitar el sol, la obesidad, la enfermedad digestiva y la enfermedad renal crónica. Las personas mayores de 65 años y las personas con tonos de piel más oscuros también corren un mayor riesgo.
Para una salud óptima, las personas deben aspirar a un nivel de vitamina D de 50 nanogramos por mililitro, según el Consejo de Vitamina D. El tratamiento para la deficiencia de vitamina D generalmente implica el uso de suplementos de vitamina D, afirma Healthline.
El cuerpo humano produce vitamina D cuando la piel desnuda recibe exposición a la luz solar directa, explica el Consejo de Vitamina D. La cantidad exacta de vitamina D que una persona obtiene de la exposición al sol depende de la ubicación, la hora del día, el color de la piel de la persona y la cantidad de piel expuesta al sol. Las fuentes alimenticias de vitamina D incluyen la leche fortificada, las yemas de huevo y el hígado de res.
La vitamina D ayuda al cuerpo a utilizar el calcio y es necesaria para tener huesos sanos y fuertes, afirma WebMD. A partir de 2015, las investigaciones indican que la vitamina D puede desempeñar un papel en la protección contra la hipertensión, la diabetes y la intolerancia a la glucosa.