Un médico realiza un examen físico, una revisión de los síntomas del paciente y varias pruebas, como análisis de sangre, análisis de orina y estudios de imágenes para diagnosticar el lupus, según la Clínica Mayo. Los diagnósticos de lupus son difíciles, ya que los síntomas del lupus a menudo imitan a los de otras afecciones y varían ampliamente entre las personas.
Los médicos deben confiar en múltiples pruebas durante el proceso de diagnóstico para el lupus, señala la Clínica Mayo. El lupus puede causar un recuento bajo de glóbulos blancos o un recuento bajo de plaquetas, que se pueden medir en una prueba de recuento sanguíneo completo. Una prueba de tasa de sedimentación de eritrocitos busca una sedimentación elevada de glóbulos rojos en un tubo de ensayo, lo que puede indicar lupus. Debido a que el lupus puede afectar los riñones y el hígado, estos órganos también se analizan. Las pruebas de orina se realizan para detectar la presencia de glóbulos rojos o proteínas en la orina.
Durante el proceso de diagnóstico, un médico puede ordenar un anticuerpo antinuclear, o ANA, para detectar la presencia de anticuerpos producidos por un sistema inmune estimulado, señala la Clínica Mayo. Una prueba ANA positiva puede indicar lupus.
Los estudios de imágenes, como las radiografías de tórax y los ecocardiogramas, también son útiles para diagnosticar el lupus que afecta el corazón o los pulmones, informa la Clínica Mayo. Si el lupus ha dañado los riñones, una biopsia de riñón es parte del diagnóstico.