Según Brian Mackenzie para Sports Coach, el sistema esquelético responde al ejercicio aumentando la fuerza y la flexibilidad de los músculos. Hacer ejercicio regularmente mejora el equilibrio corporal y el tono muscular y alivia la presión dentro de las articulaciones. Esto reduce el riesgo de enfermedades dentro de los sistemas esquelético y muscular.
El ejercicio causa tensiones mecánicas dentro del sistema esquelético. Esto involucra el tirón del músculo esquelético en los puntos de inserción y origen, lo que lleva a un aumento en el tamaño del hueso y la densidad en estas áreas. Un impacto significativo del ejercicio en el sistema esquelético se reporta entre los levantadores de pesas, los atletas de resistencia y los jugadores de fútbol, señala Mackenzie.
La inmovilización de partes del cuerpo en casos de lesiones por fractura conduce a la reducción de la densidad ósea. Esto es causado por la falta de estrés mecánico en el sistema esquelético. El ejercicio reduce la susceptibilidad a las fracturas óseas porque fortalece los tejidos blandos que soportan el sistema esquelético. El ejercicio entre los niños debe controlarse porque los huesos en desarrollo de un niño no pueden soportar una gran cantidad de estrés mecánico. Hacer ejercicio sin tomar suficiente vitamina D y calcio conduce a la pérdida de densidad ósea. El envejecimiento también afecta los sistemas esqueléticos a través de la pérdida de calcio que conduce a la osteoporosis. Según Mackenzie, es importante consultar a un médico antes de comenzar un programa de ejercicios para evitar lesiones en el sistema esquelético.