El esmalte de uñas se puede eliminar con una variedad de sustancias. Para comenzar, necesita una sustancia de eliminación, como acetona o removedor de pulimento sin acetona, y un aplicador, como una bola de algodón o una toalla desechable. Este proceso debería tomar unos cinco minutos, o 30 segundos por cada clavo.
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Remoje el aplicador con la solución de eliminación
Las bolas de algodón son los aplicadores más utilizados, pero los pañuelos doblados o las toallas de papel también son efectivos.
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Presiona el secante empapado firmemente en el clavo
Sostenga el material en la uña durante al menos 30 segundos.
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Limpie el aplicador de la cutícula y quítelo de la uña
Si queda algo de pulido, repita el proceso o limpie los puntos restantes con el aplicador.
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Repita los pasos 1-3, sustituyendo el aplicador según sea necesario
Cuando el aplicador se rasgue, se sature o se ensucie, cámbielo por uno nuevo.
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Tire los aplicadores y lávese las manos
Debido a que algunos removedores son tóxicos, asegúrese de desechar los aplicadores y lavarse las manos cuando haya terminado.