Es imposible prevenir calamidades naturales; sin embargo, es posible minimizar el impacto de calamidades naturales como inundaciones, terremotos, incendios forestales, sequías, deslizamientos de tierra y hambruna. La mayoría de las calamidades naturales no se pueden predecir, y usar alguna forma de sistema de alerta temprana es la mejor manera de lidiar con ellas.
Los efectos de la sequía y la hambruna pueden mitigarse con una mejor gestión de los recursos hídricos. Las técnicas de recolección de agua de lluvia son útiles. La construcción de casas más sólidas en zonas de actividad no sísmica es una forma recomendada de lidiar con los terremotos. El uso de tecnología moderna para advertir a las personas de una inminente calamidad natural, como un tsunami o una inundación, es una forma eficaz de reducir las víctimas y los daños.