La fertilidad masculina se ve afectada negativamente por las hormonas femeninas. El tamaño de los testículos y la producción de esperma se reducen en los hombres que se complementan con hormonas femeninas, informa TransGenderCare. Además, el tamaño del pene y la próstata se reducen, el impulso sexual y la frecuencia de las erecciones disminuyen, y el volumen de eyaculación disminuye.
Cuando los hombres se complementan con hormonas femeninas, se producen cambios marcados en el sistema reproductivo. Lo más notable es la reducción en el tamaño de los testículos, mientras que el pene no presenta cambios drásticos, según TransGenderCare. La producción de esperma y testosterona disminuye en consecuencia, afectando negativamente la calidad de la eyaculación y el deseo sexual. Además del recuento reducido de espermatozoides, el volumen de eyaculación disminuye. Por lo tanto, el varón no solo eyacula el semen de baja calidad, sino también menos.
Un estudio realizado en 1997 por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign ilustra el mecanismo detrás de este fenómeno. Los investigadores examinaron el papel regulador del estrógeno en la liberación de esperma de los testículos en los conductos eferentes. En realidad, se encontró que el estrógeno es necesario para producir esperma de alta calidad, ya que promueve la reabsorción de líquido no esencial del semen y, por lo tanto, produce altas concentraciones de esperma. Si bien los investigadores admiten que el estrógeno es necesario para la eyaculación saludable, una sobreestimulación de estos receptores en el sistema reproductor masculino tiene efectos perjudiciales sobre la fertilidad.