Thomas Jefferson y Alexander Hamilton difirieron en que Hamilton creía en la idea de un gobierno fuerte con una gran supervisión con votantes limitados a aquellos con antecedentes educativos apropiados, mientras que Jefferson creía en la idea de un gobierno pequeño con supervisión mínima y con hombres comunes como votantes. Los dos políticos fueron responsables de la creación de los partidos Federalist (Alexander Hamilton) y Anti-Federalist (Thomas Jefferson).
Quizás la mayor diferencia entre los dos políticos fue su opinión sobre los votantes. Hamilton creía que los votantes debían tener una sólida formación educativa, ser propietarios de tierras y ser ricos. Jefferson creía que el hombre común debería estar manejando el país y sentía que todas las personas eran iguales, independientemente de su formación académica, masa de tierra y riqueza. Hamilton también creía en el "gran gobierno" y pensaba que la gente necesitaba ser controlada y gobernada por un gran gobierno que sabía qué era lo mejor para ellos. Jefferson sintió que la gente podía desempeñarse y el gobierno debería favorecer los derechos individuales.
Jefferson también estaba en contra de muchos roles federales, ya que quería que el gobierno fuera lo más pequeño posible. Jefferson, por lo tanto, no quería un sistema de reserva bancaria federal, mientras que Hamilton lo hizo. Los dos políticos ayudaron a solidificar el sistema político de los Estados Unidos en sus numerosos debates entre sí. De hecho, el sistema de partido dual es el resultado de las dos facciones que estos políticos crearon cuando fueron asesores del primer presidente de los Estados Unidos, George Washington.