Las plantas obtienen nutrientes al absorberlos del suelo y también al formar azúcares mediante la fotosíntesis. La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas absorben la energía lumínica del sol para convertir el dióxido de carbono y el agua en azúcar.
Las plantas contienen vasos, similares a las arterias, que transportan nutrientes y agua alrededor de la planta. El agua es absorbida por las raíces de la planta en los recipientes de transporte llamados xilema. Los azúcares son transportados en buques llamados floema. Tanto el xilema como el floema actúan como estructuras vasculares que alimentan los nutrientes a cada parte de la planta y lo ayudan a crecer.
El otro método por el cual las plantas obtienen alimento, la fotosíntesis, ocurre en las hojas de las plantas. Las hojas tienen una forma particular para maximizar la superficie para absorber la mayor cantidad de luz posible. Esta es también la razón por la cual las plantas crecen hacia arriba, ya que compiten directamente con otras plantas por la luz. Las hojas absorben esta luz como una forma de energía, que puede usarse para formar azúcares dentro de la planta.
Las venas están presentes en la cara de una hoja. La planta utiliza las venas para mover el agua y los alimentos, ayudando a la planta a crecer. El efecto combinado de la absorción de agua del suelo, la fotosíntesis y esta arquitectura vascular es el responsable de la producción y el suministro de nutrientes a las plantas.