Las personas utilizan los ríos para el transporte y como fuente de recursos naturales. Por ejemplo, las personas extraen agua de los ríos para satisfacer sus necesidades de bebida, baño, irrigación, cocina e industrial. La gente también cosecha pescado, mariscos, moluscos, patos y otros animales de comida de los ríos.
Muchas industrias utilizan los ríos como un lugar para descargar su agua contaminada. A veces, esta agua contiene sustancias químicas nocivas, mientras que otras veces, el agua está muy caliente. El agua caliente cambia el ambiente térmico del río, lo que puede perturbar las plantas y los peces locales. En algunos lugares, las personas usan los ríos como fuente de poder. Para aprovechar el poder del río, la gente construye represas en los ríos. Las represas permiten que una pequeña cantidad de agua fluya a través de una turbina, que genera electricidad cuando gira.
Los pioneros a menudo hacían sus asentamientos cerca de los ríos. Esto les permitió un fácil acceso al agua potable, rutas de transporte y abundante comida. Sin embargo, los ríos se inundan de vez en cuando, lo que puede causar daños generalizados, destrucción y pérdida de vidas. Los miembros de algunas culturas aisladas todavía viven cerca de los ríos y extraen la mayor parte de sus recursos de las aguas. Cuando las represas se construyen aguas arriba de estas áreas, puede causar daños a las aguas de las que dependen estas culturas aisladas.