Se logra un crecimiento más rápido del vello mediante masajes regulares en la cabeza diseñados para aumentar el flujo de sangre al cuero cabelludo. Un tratamiento semanal de acondicionamiento profundo con aceite caliente o una mascarilla para el cabello da energía a los folículos pilosos y promueve el crecimiento. La vitamina B y las mezclas de antioxidantes de venta libre también mejoran la fuerza del cabello y promueven el crecimiento.
Una dieta saludable rica en vitaminas, proteínas magras y minerales conduce al crecimiento saludable del cabello. Las deficiencias de vitamina E impiden el crecimiento del cabello, y la aplicación de aceite de ricino mantiene el cabello rico en esta vitamina necesaria. La pérdida de cabello a menudo se atribuye al estrés, por lo que participar en ejercicios de meditación o respiración permite que el cuerpo se relaje y puede promover el crecimiento. Un tratamiento de mascarilla de huevo mensual que contiene un huevo, 4 cucharadas de aceite de semilla de uva y unas gotas de aceite de lavanda infunde al cabello proteínas, hierro, azufre, fósforo, zinc y selenio, que hacen que el cabello crezca más rápido. Un tratamiento semanal de aloe vera mezclado con jugo de limón o leche de coco y aceite de germen de trigo contra la pérdida de cabello, elimina la caspa y aporta brillo al cabello.
Ciertos problemas médicos, como un trastorno de la tiroides, un desequilibrio hormonal, una enfermedad crónica o una infección grave, pueden impedir el crecimiento del cabello. Obtener el tratamiento adecuado para estas condiciones puede prevenir una mayor pérdida de cabello. Proteger el cabello del sol y aplicar productos de peinado con calor que protegen el tallo del cabello también ayuda a reducir la rotura.