Las latas autocalentables funcionan mediante una reacción química exotérmica entre dos sustancias químicas. Las combinaciones más populares son aluminio y sílice, óxido de calcio y agua, y sulfato de cobre y zinc. Cuando las dos sustancias se combinan, la reacción produce suficiente calor para elevar la temperatura de la lata.
Los dos componentes químicos se liberan presionando un botón en la parte inferior de la lata. Este mecanismo evita que los dos reactivos se mezclen antes de que el consumidor intente calentar la lata. La principal ventaja de una lata autocalentable es que hace que los alimentos y bebidas calientes estén disponibles sin acceso a un horno de microondas, estufa u otro aparato de calefacción.
Las desventajas de las latas de autocalentamiento son el gasto, el tamaño y el calentamiento desigual. Debido a que el espacio debe dedicarse a la reacción química, las latas autocalentables deben ser más grandes y voluminosas para contener la misma cantidad de líquido que una lata tradicional. Los costos adicionales de empaque y químicos también hacen que las latas autocalentables sean más caras que otras latas.
Las latas autocalentables se basan en la misma tecnología utilizada en las comidas que consumen los militares y los calentadores de manos de los EE. UU. Estas latas se utilizan para café, té, cacao y sopa y se comercializaron en Asia y Europa antes de usarse en América del Norte. El óxido de calcio y el agua es la fórmula utilizada en las latas autocalentables originales de los Estados Unidos.