La rosa de Jericó, conocida como planta de resurrección, es una planta del desierto que requiere poco cuidado. Después de una lluvia en el desierto, la planta se abre desde su forma marrón e inactiva para formar un helecho vivo y verde.
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Encuentra un contenedor apropiado
Encuentre un recipiente para plantar que esté libre de orificios que le permita agregar 2 pulgadas o más de piedras o guijarros pequeños.
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Añadir agua
Después de agregar las piedras al recipiente, agregue suficiente agua para que el nivel se ubique justo por encima de la superficie de las rocas. Coloca la rosa de Jericó sobre la grava, permitiendo que las raíces descansen en el agua.
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Proporciona luz solar indirecta
La planta crece bien a temperatura ambiente, lejos del exceso de calor con luz solar indirecta. No lo coloque en una ventana donde reciba demasiada luz. Asegúrese de que siempre haya agua sobre la grava en el contenedor.
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Deja que tu planta de resurrección muera
Una vez que se retira del agua, la planta permanece verde por un tiempo debido a su contenido de humedad interna. Una vez que agota la humedad, la planta vuelve a la posición muerta. Permanece en la etapa inactiva hasta que vuelve a encontrar agua; La etapa inactiva en la naturaleza a menudo dura años. Cuando esté listo para la transformación nuevamente, vuelva a colocar la raíz de la planta en el agua.