El primer paso para cuidar una tortuga pintada del sur es proporcionarle un hábitat adecuadamente grande, como un acuario de 55 galones o un pequeño estanque. Es mejor asegurarse de que el agua se mantenga muy limpia, lo que puede lograrse mediante cambios frecuentes de agua o mediante el uso de un potente filtro de acuario. Además, las tortugas requieren iluminación de espectro completo y una plataforma de calentamiento situada debajo de una lámpara de calor.
Asegúrese de que la plataforma de calentamiento permita que la tortuga salga completamente del agua para que pueda secarse y calentarse. El lugar para tomar el sol debe ser de al menos 90 grados Fahrenheit y debe estar encendido durante aproximadamente 12 horas cada día. Mientras que los adultos generalmente pueden mantenerse saludables con agua a temperatura ambiente, las crías no deben colocarse en agua que esté por debajo de 78 grados para evitar que desarrollen infecciones respiratorias.
Alimente a las tortugas pintadas del sur con una variedad de alimentos para asegurarse de que tengan una dieta balanceada. Si bien los adultos son principalmente herbívoros y deben ser alimentados con una combinación de frutas frescas, verduras y bolitas de tortuga, también disfrutan comiendo el cricket o el pez alimentador ocasional. Las tortugas jóvenes pintadas están más dispuestas a comer presas vivas, lo que les permite obtener suficiente proteína para alimentar un rápido crecimiento.